Los sentimientos son jugosos. Pueden ser sexys y atractivos. Terroríficos y provocativos. A veces todo a la vez. Tranquilamente susurran promesas día y noche. Sin embargo, más allá de los estados intoxicados de emociones, rara vez hay entrega a largo plazo. Cuando se disipen las sensaciones, se acabó. ¿Porqué, entonces, muchas personas se sorprenden, sin saberlo, siguiendo sus propios sentimientos? Dan la espalda a su intelecto discursivo y vierten su confianza en sus sentidos y sentimientos intuitivos. Podríamos pensar que son sólo inmaduros. Mucha gente en la cúspide de los más elevados niveles de desarrollo exhibe esta tendencia.

Para ilustrarlo mejor, usted y yo miremos brevemente el desarrollo más allá de la autonomía. Podemos echar un vistazo hacia la elegancia humana. Pero primero, autonomía...

Su autonomía es en gran medida una identidad mental. Mientras que el cuerpo mantiene una poderosa influencia en todas las etapas del desarrollo, el funcionamiento altamente autónomo puede ser concebido como una diferenciación del cuerpo y las emociones. La gobernanza es más cerebral, discursiva e intelectual. Y, como probablemente ya sabes en tu intimidad, la autonomía a menudo se consume en su propio medio discursivo.

Sin embargo, el desarrollo más allá de la autonomía implica un movimiento de alejarse del uso exclusivo de la función cerebral de gobernar la conducta y decisiones. En parte, esto es debido a la linealidad del discernimiento discursivo. Llegan a ser demasiado lentos para las inteligencias emergentes dentro de la elegancia. Las narrativas autónomas tardan demasiado en constelar o conectarse. Son muy limitadas en sus ámbitos integrativos. El desarrollo siguiente suplanta el parloteo mental que una vez definió el yo y la identidad. Como resultado, la construcción de significado que hace la mente, ya no está fijado dentro de fenómenos discursivos. La actividad de la inteligencia se convierte solamente en una fuente de información.

Sin embargo, este movimiento diferenciador que se aleja del intelecto discursivo a menudo está nublado por la confusión. Sin un claro entendimiento del "territorio" que viene más adelante, muchos instintivamente vuelven hacia su cuerpo y sus sentimientos, como un nuevo punto de referencia de orientación. Una de las trampas que muchos adultos no son capaces de navegar con éxito —a veces durante décadas— es este movimiento hacia el cuerpo, sentimientos e intuiciones, excluyendo el intelecto discursivo. Esta falsa sustitución privilegia sentimientos sobre el pensamiento.

Cuando pensamiento, razón, narrativas históricas o creativas y similares son considerados menos valiosos, muchos problemas entran en tu vida. Cuando esto sucede en gran parte dejas de hablar de lo que piensas. En su lugar, prefieres discutir sobre sentimientos. La intimidad se exilió al Reino de los sentimientos. Tiendes a reducir la diversidad en las relaciones con un enfoque miope de darle a la gente la experiencia de sentirse comprendido o escuchado y, probablemente consciente o inconscientemente, exigiendo una experiencia similar para ti mismo. Un narcisismo resurge donde otros son responsables de darte la experiencia de sentirte aceptado y apoyado. Esta falsa substitución es capaz de ser un lastre o hacerte retroceder. Aunque puedan sentirse como regalos al principio, cuando uno se estanca y encalla en las rocas de la sensación, sentimientos y estados emocionales sin una dirección general, más allá de la conexión emocional, la vida puede fácilmente girar para peor.

Una versión más extrema de esta sustitución implica un despojo de todo el valor del pensamiento, conceptos y actividad discursiva. El intelecto es ejecutado. Sus fenómenos mentales se interpretan como simplemente una resistencia a los sentimientos. Esta substitución exagerada es peligrosa. Los constructos teóricos son criticados y despojadas de todo valor. Tiendes a que la gente de tu alrededor se deshaga de sus tendencias a intelectualizar cualquier faceta de la experiencia. Te puedes organizar contra toda teoría en conjunto. La excepción, por supuesto, son tus construcciones ideológicas con las que te has comprometido sin saberlo, que sustentan las críticas de los constructos teóricos.

Tanto la devaluación de los movimientos del intelecto, como la aniquilación de las inteligencias teóricas e intelectuales, son sustituciones comunes que pretenden ser modos más desarrollados de funcionamiento. Desafortunadamente, cuando usted está atrapado en esta jaula, a menudo no aumentará en complejidad mental. En el mejor de los casos, la construcción de significado permanecerá estancada. En el peor de los casos, estos intentos de alejarse de las funciones intelectuales de la mente impulsan un movimiento regresivo. Estas sustituciones de elegancia equivocada, fragmentan su sistema nervioso. Abren una brecha entre el pensamiento y los sentimientos. Los estados emocionales y las lealtades sociales y de relación en funcionamiento, surgen continuamente en el cerebro emocional. Guiarte a tí mismo en los estados sentimentales es una insensatez en el mejor de los casos, y peligroso en el peor. Sin discernimiento preponderante del intelecto, las parejas se convierten a menudo en señales de mentes adultas atrofiadas e inmaduras, no en seres humanos elegantes.

No se deje atrapar dentro de esta substitución por mucho tiempo para conseguir una mente más avanzada, más compleja, capaz de mayor influencia en su relación íntima y nuestro mundo. La mente autónoma intenta llegar a dimensiones de funcionamiento que alcance más allá de esa sustitución, que siempre implica distorsiones fundamentales. El divorcio entre cuerpo y mente, pensamiento y sentimiento, pensamiento y emoción tiene costes muy elevados. Es un alejamiento de la elegancia que demuestra la capacidad integradora.

En última instancia, sentirse más conectado no es ninguna sustitución de ser interconectados emocionalmente y mentalmente.

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Rob McNamara

Original en inglés: http://www.theelegantself.com/Blog/index.php?id=4919919262933589377